¿Sueño y descanso es lo mismo?
El descanso es una de las principales recomendaciones en el cuidado de la salud mental. Sin duda descansar y dormir son dos ideas paralelas.
El sueño es un proceso fisiológico en el que se da una cascada respuestas hormonales que inducen la recuperación del cuerpo durante un periodo de 6 a 8 horas (esto claro depende de la edad, tomando en cuenta adultos).
El sueño es una de las principales necesidades físicas del ser humano, sin embargo procesos como la ansiedad, la depresión y algunas condiciones médicas pueden alterarlo y eventualmente convertirse en uno de los principales problemas de salud, actualmente se sabe que del total de condiciones diagnosticadas a nivel mundial, la depresión y la ansiedad forman parte de hasta un 25% de los males que aquejan a la población.
Si consideramos que los trastornos del sueño se presentan en casi 40% de los casos de las condiciones mencionadas, estos se vuelven un problema de salud pública tan grande como las enfermedades crónico degenerativas (diabetes, hipertensión etc).
Es habitual que las personas consuman medicamentos para inducir el sueño (hipnóticos y sedantes), plantas en té, grajeas de productos mágicos etc. que inducen el sueño, siendo esto no sólo peligroso por el desconocimiento de los componentes de estos compuestos y sus acciones en el sistema nervioso, sino que alejan a las personas de comprender las causas de los desórdenes del sueño.
¿Insomnio?
Uno de los trastornos del sueño de mayor prevalencia es el insomnio, este trastorno del sueño tiene al menos 4 variantes y una clasificación Internacional de Trastornos del Sueño.
Esta condición puede presentarse como:
1. Dificultad para irse a dormir
2. Despertar mucho tiempo antes de lo esperado
3. Despertar varias veces por la noche
4. Sensación de que el sueño no ha sido suficientemente reparador
Afortunadamente en la mayoría de las ocasiones el insomnio está dado por una mala higiene del sueño (descarga nuestro manual de higiene del sueño), es decir, la serie de actividades que realizamos antes de irnos a dormir, es habitual que las personas duerman con la televisión encendida, viendo videos desde su celular o con cualquier tipo de dispositivo electrónico con pantalla de emisión de luz azúl.
También hábitos como irse a dormir habiendo cenado demasiado, o absolutamente nada, hacer ejercicio intenso una hora antes de dormir o tomar café, té o chocolate pueden afectar la calidad del sueño.
¿Por qué? Nuestro cerebro funciona de modo evolutivo, eso significa que a pesar de que nuestro cerebro intenta adaptarse a el estilo de vida actual, aún mantiene algunos hábitos característicos de nuestra naturaleza.
Nuestro cuerpo cuenta con un complejo sistema de monitoreo de cuándo es de día y cuándo es de noche, a esto lo llamamos reloj biológico o ritmo circadiano (este suena más cool), este sistema está regulado a través de diversas hormonas que se dejan o comienzan a secretar a partir de que el sol comienza a meterse.
Hormonas como el cortisol y la melatonina modifican su concentración en la sangre y por lo tanto su flujo en el cerebro, condicionando cambios en el estado de alerta, la toma de decisiones, y otros procesos cognitivos o de utilización de recursos mentales.
Todo este abanico de fenómenos biológicos, prepara nuestro cuerpo para dormir. Aunque por supuesto, esto difícilmente sucede a las 7 de la noche, puesto que la hora en la que solemos ir parando actividades tiende a ser a las 10 u 11 de la noche (cuando era estudiante era a las 4 de la mañana), la mayoría de las veces nuestro cuerpo se somete al uso de la reserva de energía para completar las actividades diarias.
Esto implica que nuestro cerebro diariamente adapta este sistema biológico a nuestras necesidades, sumando los hábitos negativos de sueño que anteriormente se mencionaron.
Fases del Descanso
Una vez dormidos, el cuerpo entra en diversas fases (MOR, No MOR etc) en las que el cuerpo se recupera, estas fases no son dependientes de estímulos externos, sin embargo el cerebro ¡no se apaga! (desmitificando la idea de que el cerebro va a dormir), sólo entran en acciones otras funciones de ahí que dormir con la TV o algún estímulo constante sigue siendo recibido por el cerebro predisponiendo a sueños extraños o incluso dificultades para pasar de una fase de descanso a otra (generando sueño poco reparador).
Médico Especialista en Salud Mental y Psicoterapia Cognitiva
Referencias: Sleep Organization | American Academy of Sleep Medicine (AASM). (2020, mayo 12). Recuperado de https://aasm.org/ La Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) actualiza su Manual. | Neurovirtual / Sleepvirtual. (2016, mayo 11). Recuperado de https://neurovirtual.com/latam/novedades/la-academia-americana-de-medicina-del-sueno-aasm-actualiza-su-manual/
El descanso es una de las principales recomendaciones en el cuidado de la salud mental. Sin duda descansar y dormir son dos ideas paralelas.
El sueño es un proceso fisiológico en el que se da una cascada respuestas hormonales que inducen la recuperación del cuerpo durante un periodo de 6 a 8 horas (esto claro depende de la edad, tomando en cuenta adultos).
El sueño es una de las principales necesidades físicas del ser humano, sin embargo procesos como la ansiedad, la depresión y algunas condiciones médicas pueden alterarlo y eventualmente convertirse en uno de los principales problemas de salud, actualmente se sabe que del total de condiciones diagnosticadas a nivel mundial, la depresión y la ansiedad forman parte de hasta un 25% de los males que aquejan a la población.
Si consideramos que los trastornos del sueño se presentan en casi 40% de los casos de las condiciones mencionadas, estos se vuelven un problema de salud pública tan grande como las enfermedades crónico degenerativas (diabetes, hipertensión etc).
Es habitual que las personas consuman medicamentos para inducir el sueño (hipnóticos y sedantes), plantas en té, grajeas de productos mágicos etc. que inducen el sueño, siendo esto no sólo peligroso por el desconocimiento de los componentes de estos compuestos y sus acciones en el sistema nervioso, sino que alejan a las personas de comprender las causas de los desórdenes del sueño.
¿Insomnio?
Uno de los trastornos del sueño de mayor prevalencia es el insomnio, este trastorno del sueño tiene al menos 4 variantes y una clasificación Internacional de Trastornos del Sueño.
Esta condición puede presentarse como:
1. Dificultad para irse a dormir
2. Despertar mucho tiempo antes de lo esperado
3. Despertar varias veces por la noche
4. Sensación de que el sueño no ha sido suficientemente reparador
Afortunadamente en la mayoría de las ocasiones el insomnio está dado por una mala higiene del sueño (descarga nuestro manual de higiene del sueño), es decir, la serie de actividades que realizamos antes de irnos a dormir, es habitual que las personas duerman con la televisión encendida, viendo videos desde su celular o con cualquier tipo de dispositivo electrónico con pantalla de emisión de luz azúl.
También hábitos como irse a dormir habiendo cenado demasiado, o absolutamente nada, hacer ejercicio intenso una hora antes de dormir o tomar café, té o chocolate pueden afectar la calidad del sueño.
¿Por qué? Nuestro cerebro funciona de modo evolutivo, eso significa que a pesar de que nuestro cerebro intenta adaptarse a el estilo de vida actual, aún mantiene algunos hábitos característicos de nuestra naturaleza.
Nuestro cuerpo cuenta con un complejo sistema de monitoreo de cuándo es de día y cuándo es de noche, a esto lo llamamos reloj biológico o ritmo circadiano (este suena más cool), este sistema está regulado a través de diversas hormonas que se dejan o comienzan a secretar a partir de que el sol comienza a meterse.
Hormonas como el cortisol y la melatonina modifican su concentración en la sangre y por lo tanto su flujo en el cerebro, condicionando cambios en el estado de alerta, la toma de decisiones, y otros procesos cognitivos o de utilización de recursos mentales.
Todo este abanico de fenómenos biológicos, prepara nuestro cuerpo para dormir. Aunque por supuesto, esto difícilmente sucede a las 7 de la noche, puesto que la hora en la que solemos ir parando actividades tiende a ser a las 10 u 11 de la noche (cuando era estudiante era a las 4 de la mañana), la mayoría de las veces nuestro cuerpo se somete al uso de la reserva de energía para completar las actividades diarias.
Esto implica que nuestro cerebro diariamente adapta este sistema biológico a nuestras necesidades, sumando los hábitos negativos de sueño que anteriormente se mencionaron.
Fases del Descanso
Una vez dormidos, el cuerpo entra en diversas fases (MOR, No MOR etc) en las que el cuerpo se recupera, estas fases no son dependientes de estímulos externos, sin embargo el cerebro ¡no se apaga! (desmitificando la idea de que el cerebro va a dormir), sólo entran en acciones otras funciones de ahí que dormir con la TV o algún estímulo constante sigue siendo recibido por el cerebro predisponiendo a sueños extraños o incluso dificultades para pasar de una fase de descanso a otra (generando sueño poco reparador).
Como toda necesidad básica cierta preparación promueve su mayor satisfacción (la alimentación es una necesidad básica, que condimentada y preparada disfrutamos más), tener una rutina de sueño mejora su calidad y por supuesto los beneficios indudables del buen dormir.
Médico Especialista en Salud Mental y Psicoterapia Cognitiva
Referencias: Sleep Organization | American Academy of Sleep Medicine (AASM). (2020, mayo 12). Recuperado de https://aasm.org/ La Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) actualiza su Manual. | Neurovirtual / Sleepvirtual. (2016, mayo 11). Recuperado de https://neurovirtual.com/latam/novedades/la-academia-americana-de-medicina-del-sueno-aasm-actualiza-su-manual/