recuperándome de la ansiedad
Nunca había experimentado una sensación así. De hecho mucho sobre la salud mental me parecía que sólo se trataba de proponerse "estar bien". Un septiembre del 2017 salía del trabajo, había tenido un día complicado pero de eso fui consciente mucho tiempo después; recuerdo que iba hacia el transporte público, cuando comencé a sentir que mi corazón palpitaba cada vez más fuerte, la garganta se me cerraba, me sentía mareada, estaba segura de que estaba teniendo un infarto. De algún modo logré sentarme y el episodio pasó, alguien que iba pasando me acompañó a un consultorio médico cercano me sentía totalmente apenada. El médico me revisó y envió algunos estudios... aparentemente nada, ahí fue cuando escuché por primera vez "ataque de pánico".
Realmente no lo creía y visité aproximadamente 5 médicos de diversas especialidades hasta aceptar que quizás sí se trataba de mi salud mental. No fue fácil encontrar con quién me sintiera cómoda, también tuve unos 3 terapeutas, pero encontré finalmente el correcto, comenzó por explicarme qué es la ansiedad, fui aprendiendo la relación que tienen mis pensamientos con mis emociones y todas las conductas que tenía que pensé que me tenían segura pero que en realidad volvían mi ansiedad más difícil de manejar. Al final tuve un programa de prevención de recaídas, en ocasiones aún experimento miedo a tener más ataques de pánico, pero tengo las herramientas para afrontarlo. La terapia ha cambiado no sólo estos síntomas, sino todo mi panorama del cuidado hacia mi misma.
Ex-Paciente
Aunque existen muchas formas de psicoterapia, existen algunos elementos que cualquier intervención debe de incluir. Estos pasos garantizan no sólo una buena práctica, sino la educación, prevención y seguimiento, así puedes estar seguro o segura de que estás recibiendo la atención adecuada.